Las lecciones de vida y de periodismo de Ramón Lobo

Foto: Moeh Atitar de la Fuente

Hoy mismo he leído en Babelia, una extraordinaria entrevista a Gay Talese, un reportero norteamericano que dio voz a personajes que ni por asomo hubiesen soñado con aparecer en medio alguno. En la entrevista, Talese lanza una reivindicación que tenía tanta validez hace cien años como ahora: «Siempre hará falta un buen periodista que mueva el culo y salga a la calle a escuchar a la gente, a mirar el mundo real y a escribir sobre él».
Ramón Lobo es uno de esos periodistas que da voz a los que nunca la tienen. Lo ha hecho siempre. Desde sus primeros pasos como corresponsal de guerra en el conflicto de la ex Yugoslavia hasta hace poco, cuando viajó a Haití para poner su particular lupa en el país caribeño tras el terremoto. Es un verdadero deleite leer a Ramón en El País o en su blog, una de las bitácoras más brillantes, divertidas y sorprendentes de cuantas hay en la red. Hace muy pocos días, una muy buena amiga –nada aficionada a los blogs, ni siquiera al mío– descubrió el blog de Ramón y se convirtió casi al instante en ferviente seguidora.
Ramón pasó tres meses en 2009 en Kabul, la capital de Afganistán. Allí no estuvo con señores de la guerra, ni con generales, ni con políticos. Dio voz a chicas que querían jugar al fútbol, a fotógrafos, a médicos, a niños que volaban cometas… Hizo un total de 35 piezas, que fueron publicadas en El País y ahora son recopiladas en un libro, Cuadernos de Kabul, publicado hace pocos días por RBA.
Me confieso un fan incondicional de Ramón Lobo desde hace ahora mismo veinte años, cuando nos conocimos en la redacción del diario El Sol. Allí, Ramón formaba parte de una maravillosa sección de Internacional, en la que estaban Berna Harbour, Adolfo Lázaro, Carmen Postigo, Cecilia Ballesteros, Aurora Losada... Cuando se nos acabó el sueño de El Sol, El País tuvo el buen ojo de recoger a Ramón, que se convirtió en uno de los mejores corresponsales de guerra del mundo. Producto de sus vivencias en varios conflictos –Yugoslavia, Ruand…–, nació un libro maravilloso, El héroe inexistente, es decir, el anti-divo, el anti-periodista que se convierte en noticia, algo tan en boga hoy.
Hace apenas un par de meses coincidí con Ramón en el Congreso de Periodismo Digital de Huesca. Allí premiaron su blog y yo disfruté en el trayecto en tren desde Madrid hasta Huesca de unas cuantas lecciones de vida, de humildad, de buen humor y de periodismo, las que siempre da Ramón Lobo.

Fue un placer


Fue un placer. Fue un placer reencontrarme después de tantos años con Ramón Lobo, compañero en aquella maravillosa aventura llamada El Sol, y, seguramente, el mejor reportero del momento. Fue un placer escucharle su sesión, en la que estuvo acompañado por Alfonso Armada –al que tuve el gusto de conocer después de haberle leído durante muchos años– y José Martí Gómez, otros dos enormes periodistas. Fue un placer conocer al director de El Periódico de Aragón, Jaime Armengol, y compartir mesa con él y con dos monstruos del periodismo de sucesos y, además, amigos, Mayka Navarro y Jesús Duva. Fue un placer tener un auditorio lleno de jovencísimos candidatos a periodistas a los que ni la crisis, ni las precarias condiciones de trabajos que les espera, ni el pesimismo que ha invadido de manera inexorable nuestro oficio les quita las ganas de convertirse en periodistas. Fue un placer hablar, discutir y confrontar opiniones con ellos. Fue un placer y un privilegio asistir al XI Congreso de Periodismo Digital y comprobar la amabilidad, la eficacia y la profesionalidad de todo el equipo que organiza el evento, encabezado por Fernando García. Gracias por contar conmigo.
En definitiva, fue un verdadero placer hablar de periodismo de sucesos. Porque parece que a algunos de los asistentes –no, desde luego, a los estudiantes– se les olvida que el congreso al que me invitaron es de Periodismo. Digital, sí, pero de periodismo. Y como dije y remarqué ayer, sólo hay dos periodismos: el bueno y el malo. Y ayer Jesús, Mayka y yo hablamos de buen periodismo. El que intento, día a día, seguir haciendo en Interviú, en Onda Cero y aquí, en mi web.

Ponencia en el XI Congreso de Periodismo Digital


El próximo 11 de marzo participaré en una ponencia del XI Congreso de Periodismo Digital que se celebrará en Huesca. Bajo el título Sucesos: una especie en extinción (así, sin interrogaciones), Mayka Navarro, Jesús Duva y yo debatiremos sobre nuestra especialidad, moderados por Jaime Armengol, director de El Periódico de Aragón.
Sentarme en una mesa a debatir sobre la información de sucesos con Jesús –mucho más para mí que un maestro– y con Mayka –una de las mejores reporteras del gremio–, dos representantes de medios tan importantes como El País y El Periódico, es todo un lujo. Si además, la cita es en un foro como el Congreso de Periodismo Digital de Huesca –convertido desde hace años en referencia para todos los que tenemos algo que ver con los medios–, no me queda más remedio que agradecer a su organización su invitación y prepararme a disfrutar del Congreso y de la ponencia. Allí os espero.