Carmen Roca de Togores defiende a su abogado

En este blog podéis leer la carta de rectificación que Carmen Roca de Togores envió la semana pasada a la redacción de Interviú, tras la publicación del reportaje en el que se contaba la estafa denunciada por su hermana, Blanca, y a resultas de la cual fue arrestado y puesto a disposición judicial el abogado Carlos Montes Toyos. Las razones por las que la dirección de la revista no ha publicado la carta no las expondré aquí, sino en el momento y en el lugar oportuno.
Aquí me limito a decir que me sorprende que la carta de rectificación no sea firmada ni remitida por el abogado Carlos Montes Toyos, que fue detenido y está imputado por estafa, apropiación indebida y delito contra la hacienda pública; ni siquiera la remite su hermano, el sacerdote José Luis Montes Toyos, al que también hacía referencia la información y del que se decía –reproduciendo textualmente las diligencias policiales– que fue la persona que puso en contacto a las hermanas Roca de Togores con el abogado ahora imputado. La misiva está firmada por Carmen Roca de Togores, residente en Finlandia, que se trasladó hasta el Consulado español en Bélgica para firmar un poder notarial. Os invito a que entréis en el blog recién abierto y leáis con atención y detenimiento la carta escrita por la hermana del marqués de Molins, de la que apenas se hace mención en el reportaje. El primer punto afirma textualmente: «Que es falso el contenido del reportaje en el que se afirma que yo haya interpuesto denuncia alguna contra Don Carlos Montes ya que ejecutó el encargo profesional en la forma por mí encomendada y siguiendo en todo caso mis instrucciones. En consecuencia, no suscribo la denuncia de mi hermana, que no se ajusta a la realidad y que ha sido interpuesta sin mi consentimiento». Pues bien, doña Carmen: en ningún punto del reportaje publicado por Interviú se dice que usted denunció a su letrado, sino que en todo momento se habla y se cita la «denuncia presentada por Blanca Roca de Togores». Es más, en el recuadro dedicado a la declaración prestada por Carlos Montes en el juzgado, se dice que el letrado afirmó en sede judicial que en todo momento había actuado siguiendo las instrucciones de Carmen Roca de Togores.
La carta no rectifica hechos, sino que da opiniones sobre el reportaje y habla de los presuntos perjuicios causados a los hermanos Montes Toyos –aunque no son ellos los que se defienden–. Lo único que, de momento, tengo que decir, es que la información se elaboró con el máximo rigor, contrastando todo tipo de fuentes y que cada una de las afirmaciones que se hacen están extraídas de las diligencias 1301/2010 que se instruyen en el Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid y de las diligencias 41.477 de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Comisaría General de Policía Judicial. Os reproduzco aquí parte de esas diligencias, para que comprobéis la veracidad de lo que contamos.

La multimillonaria estafa a una familia de la Grandeza de España, esta semana en Interviú

La familia de los Marqueses de Molins no frecuenta los periódicos, ni las revistas. Es una gran familia, dedicada a administrar sus bienes y negocios, acumulados desde que en el siglo XIX, la reina Isabel II concediera el título al primer marqués de Molins. Blanca y Carmen Roca de Togores, dos de las hermanas del actual marqués, han sido víctimas de una multimillonaria estafa, como desvelamos esta semana en Interviú.

Un abogado, Carlos Montes Toyos, hermano del párroco de San Ginés y confesor de la familia, José Luis Montes Toyos, fue detenido y acusado de los delitos de estafa y apropiación indebida. El Juzgado de Instrucción número 2 instruye las diligencias, tras una denuncia de Blanca Roca de Togores y su sobrino. Según esta denuncia, a la que ha tenido acceso Interviú, el abogado se ganó la confianza de las hermanas gracias a la mediación del párroco, consejero espiritual de las mujeres. Una vez que el letrado tuvo en su poder varios poderes otorgados por las hermanas, herederas de una multimillonaria herencia, vendió a un testaferro una de las empresas familiares, propietaria de un terreno ocupado por el Ayuntamiento de Madrid desde 1984. El abogado, siempre según la denuncia, ocultó a las hermanas Roca de Togores el valor de la finca expropiada y, una vez que la empresa sociedad ya no estaba en manos de las hermanas del marqués de Molins, cobró 14 millones de euros, un dinero que la policía y el juzgado buscan en Luxemburgo, hasta donde presuntamente Carlos Montes lo transfirió.

La historia tiene muchos más detalles, que podéis leer esta semana en Interviú.

La historia del banquero que perdió la cabeza por una prostituta húngara, esta semana en Interviú

Santiago Blázquez, apoderado del Banco Santander hasta diciembre de 2008, está acusado de haberse apropiado de tres millones de euros de las cuentas internas de la entidad y haberlos desviado a cuentas ajenas al banco. Casi dos de esos tres millones de euros fueron a manos de Ilona Hajas, una prostituta húngara, veinte años más joven que Blázquez y a la que, según dijo el acusado a la policía, conoció en un bar de copas de Madrid.
Durante cuatro años, según contamos esta semana en Interviú, el apoderado del Departamento de Extranjeros del Banco Santander hizo 300 transferencias irregulares. Las que no acababan en las cuentas de Ilona, terminaban en un depósito del que eran titulares el propio Blázquez y su esposa, que llevaban un altísimo tren de vida hasta que, el pasado mes de marzo, el apoderado fue detenido.
La impunidad de la que había disfrutado durante cuatro años acabó por un error: una vez prejubilado, en diciembre de 2008, regresó a su puesto de trabajo y probó si las claves con las que llevaba cuatro años estafando a su propio banco funcionaban. Al comprobar que seguían sirviendo, se transfirió 20.000 euros, lo que hizo saltar, ahora sí, las alarmas del banco.

El estafador y su amigo, el obispo, esta semana en Interviú


Pedro José Urrutia Urrutia está encarcelado en la prisión de Martutene (Guipúzcoa) desde el pasado mes de diciembre, cuando fue extraditado desde Costa Rica, donde fue detenido gracias a las investigaciones de la UDEF Cenrtral de la Comisaría General de Policía Judicial. Urrutia está acusado de haber estafado veinte millones de euros al grupo empresarial vasco Indaux, tras ganarse la confianza del director financiero del holding, que también está acusado en el mismo procedimiento.
Lo sorprendente, como contamos esta semana en Interviú, es que, pese a la detención del estafador y sus cómplices y a la incautación de varios bienes en Costa Rica, la mayor parte del botín sigue sin aparecer. La última pista que sigue la Policía lleva a los agentes hasta la Conferencia Episcopal de Costa Rica, donde un obispo amigo del detenido puede guardar el secreto del dinero.