Una de las cosas más sorprendentes del tema es que nadie lleva esta estadística. Nosotros hemos ido recopilando informaciones de prensa para hacer el programa. No hay ningún organismo oficial que se encargue de contabilizar estos crímenes, probablemente los más incomprensibles de cuantos ocurren. Mientras, por ejemplo, el extinto Ministerio de Igualdad –hoy rebajado a Secretaría de Estado– contabiliza hasta los huérfanos que deja la violencia machista, ninguna entidad cuenta los menores asesinados por sus padres.
Os invito a que escuchéis mañana, a partir de las 17.30, Territorio Negro. Será un espacio duro, pero necesario. Creo que una sociedad capaz de aguantar que 20 niños sean asesinados por sus padres sin ni siquiera prorrumpir un grito de alarma, es una sociedad gravemente enferma. Esa cifra es tan intolerable –o más– que la de las 71 mujeres víctimas de la violencia de género.