El pederasta Gabriel Jordá, localizado y detenido gracias a un reportaje de Interviú, sigue en prisión, mientras las autoridades españolas y guatemaltecas continúan investigando qué hizo durante los casi tres años que pasó como profesor en Casa Guatemala, una residencia para niños huérfanos ubicada en Río Dulce. Los responsables de la ONG, tal y como contamos esta semana en Interviú, están colaborando activamente para saber si Jordá siguió dedicado a la pedofilia en un lugar tan sensible para ello como un orfanato.
La policía ha analizado el contenido del ordenador y de los discos duros externos que manejaba Jordá en Guatemala. Allí han encontrado fotografías de niños desnudos, pero no hay ninguna evidencia de que abusase de los menores. Eso sí, una veintena de niños le acusan de esconderse mientras se desnudaban o se vestían, de hacerles fotos desnudos y de tocarles, tal y como contamos en Interviú esta semana. Casa Guatemala está volcada en aclarar todo lo que ha hecho Jordá allí. Sería una pena que la actuación de un prófugo –que también trabajó en varios colegios de Valencia antes de su primera detención– ensuciase el trabajo de los responsables y los voluntarios que se dedican a alimentar, escolarizar y cuidar niños en una de las zonas más pobres del planeta.
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Los detalles de la detención de Gabriel Jordá, esta semana en Interviú
Gabriel Jordá, el pederasta detenido la semana pasada en Guatemala, llegó a España el sábado, a las 15.30, custodiado por dos agentes de Interpol, que le pusieron a disposición de la justicia, después de casi tres años de fuga. Esta semana, en Interviú, podéis leer todos los detalle de la detención del pedófilo, que se produjo tras la publicación en nuestra revista de la exclusiva sobre su paradero. Además, podéis ver todas las fotografías del momento de su arresto en las inmediaciones de Casa Guatemala.
En el reportaje que publicamos esta semana también podéis ver detalles sobre el orfanato en el que Gabriel estuvo desde verano de 2007, una ONG que desde hace treinta años trabaja en una de las zonas más pobres del país centroamericano, formando y alimentando a niños de las aldeas más próximas y de todo el país. El caso de Jordá no puede, como he escrito ya antes, ensuciar la labor de la ONG, de sus cientos de voluntarios –muchos de ellos españoles– y de los trabajadores que aseguran a los niños del hogar arroz y frijoles tres veces al día todos los días del año. Es lo único que pueden ofrecerles. Y esos niños son unos afortunados.
Casa Guatemala es mucho más que Gabriel Jordá
Gabriel Jordá fue arrestado a las 19 horas del lunes –hora de Guatemala– en las inmediaciones de Casa Guatemala, en Río Dulce. La publicación en Interviú del reportaje en el que contábamos su historia precipitó la detención del pederasta fugado. Los responsables de la ONG actuaron con rapidez y denunciaron ante la Fiscalía la presencia del voluntario español en su orfanato después de conocer quién era en realidad el profesor que llevaba con ellos desde 2007. Jordá será enviado a nuestro país en las próximas horas.
Casa Guatemala ha actuado con una celeridad absoluta. Me consta que la revista Interviú apenas acababa de llegar a los quioscos, cuando el responsable de la ONG en España despertó a la directora del hogar en Guatemala para que tomara las medidas encaminadas a facilitar la detención de Gabriel Jordá. Se le aisló y se le impidió de manera tan discreta como eficaz que pudiese abandonar el centro.
No sería justo recordar a Casa Guatemala como el lugar en el que se refugió huyendo de la Justicia un pedófilo. Casa Guatemala no sabía absolutamente nada del pasado de Jordá, porque el fugitivo llegó allí con su pasaporte en regla –nadie se lo quitó como medida preventiva–. Y cuando se supo quién era, la ONG hizo todo lo posible para que no pasase ni un minuto más con los niños allí acogidos. He tenido la oportunidad de conocer más a fondo estas últimas horas los entresijos de Casa Guatemala. He sabido que, por ejemplo, sus instalaciones fueron arrasadas en el terremoto de 1997 y que las han vuelto a levantar con el empeño y el trabajo de un puñado de voluntarios llegados de todo el mundo. He sabido que subsisten con un programa de apadrinamiento –ahora reducido a la mínima expresión por la crisis– y unos pocos colaboradores captados por los voluntarios y los responsables de la ONG. Me he enterado de que el Hotel Backpackers, situado cerca del hogar, es donde los niños criados en el hogar se labran un futuro… En las últimas 24 horas me han contado muchas historias sobre Casa Guatemala, sus voluntarios, sus fundadores, sus niños allí acogidos… Y todas son mucho más importantes que la de Gabriel Jordá.
Un pederasta fugado de España cuida huérfanos en Guatemala. Esta semana en Interviú
Gabriel Jordá Correcher es un pederasta que fue detenido en 2007 por la policía durante la operación Saturno. Está a la espera de juicio, acusado de abusar de, al menos, tres niños y de grabar las imágenes de sus perversiones y difundirlas por la red. Pasó tres meses en prisión –de enero a marzo de 2007– y desapareció de España. Está desde el verano de 2007 en Guatemala, en un hogar para huérfanos llamado Casa Guatemala, situado en Río Dulce, en la provincia de Izabal, según revelamos esta semana en este reportaje de Interviú. Gabriel Jordá, que se hacía llamar Darzee en los foros pedófilos, trabaja como maestro en este orfanato, en el que hay niños de entre 4 y 16, alguno de ellos víctimas de abusos. Dos voluntarios españoles de Casa Guatemala denunciaron a Gabriel en la embajada de España en Guatemala por su comportamiento con los niños. Descubrieron, gracias a este reportaje de Interviú, quién era ese voluntario que se mostraba tan cariñoso con los niños más pequeños del hogar.
Un juez de Valencia dictó la semana pasada una orden de prisión contra Jordá. Ahora, españoles y guatemaltecos deben decidir cómo apartar al pederasta de los niños de Casa Guatemala.