Pepe, el de los Misteriosos, guarda el secreto del rescate del ‘Alakrana’


Estos días ha comenzado en la Audiencia Nacional el juicio por el secuestro del Alakrana, el atunero que estuvo 47 días secuestrado por los piratas somalíes. Dos de estos delincuentes se sientan en el banquillo, pero aún hoy no se sabe ni quién ni cómo ni de dónde salió el dinero del rescate. Tal y como contamos esta semana en Interviú, un hombre que se hacía llamar Pepe y que decía tabajar para los Misteriosos, fue una figura clave en la resolución del secuestro.
La fontanería del Estado funcionó para salvar las vidas de los tripulantes del Alakrana. Entre dos y tres millones de euros y la promesa no cumplida de enviar a Kenia a los piratas detenidos en España sirvieron para poner fin a un secuestro que resolvió el misterioso Pepe. Para eso están esos fontaneros que tan bien se mueven por las cloacas. Para mí, al menos, es reparador que existan, aunque muchos prefieran pensar en esta era de Wikileaks que todo sea transparente y níveo.

Un traductor de la policía, líder de un grupo internacional de secuestradores

Los tres detenidos, antes de ser arrestados por la policía.

Muhammad Sagheer era en Pakistán, su país de origen, el responsable de un clan familiar de delincuentes, dedicado a robar y secuestrar. En España vivía bajo la identidad de Muhammad Zahid Saleem y trabajaba en la empresa Serprotec como intérprete de la policía y los juzgados de Tarragona, provincia en la que residía junto a su novia, una rumana dedicada también a la traducción.
Los dos fueron detenidos en Constantí, junto a otro paquistaní, por la Sección de Secuestros y Extorsiones de la UDEV Central. Acababan de cobrar en París más de 100.000 libras a cambio de la vida de un niño de cinco años de nacionalidad británica, secuestrado en Pakistán por la red liderada por Sagheer, de la que contamos todos los detalles esta semana en Interviú.
El secuestro ocurrió en Pakistán, la familia del niño vivía en Reino Unido, el rescate se pagó en Francia y todos los pasos del secuestro fueron dirigidos desde Tarragona y Barcelona por Sagheer y su novia. La globalización del crimen es un hecho. La Sección de Secuestros de la UDEV está preparada para ello. Lo demuestran en cada una de las operaciones que llevan a cabo.