La Pringue

Diana Quer está desaparecida desde la madrugada del 22 de agosto. La Guardia Civil la busca desde entonces con la metodología y los protocolos de una desaparición de alto riesgo, antes denominadas inquietante. Todos y  cada uno de los rincones que tienen que ver con la vida de la joven están siendo sometidos a un minucioso estudio por parte de los investigadores.

Ese estudio incluye a su familia, sus compañeros de colegio, sus vecinos, sus amigos, las personas con las que se ha encontrado de manera ocasional durante su veraneo en A Pobra do Caramiñal. Nada que le haya pasado a Diana Quer en los últimos años y en los últimos días va a quedar en la penumbra en la que todos escondemos algunos secretos. El foco de una investigación de estas características es potentísimo y no deja zonas de sombra. La Guardia Civil conoce ya las circunstancias que rodearon la separación de Juan Carlos Quer y Diana López Pinel, los padres de la joven desaparecida. También conoce el historial de su hermana, los desencuentros entre ellas y sus progenitores, los historiales médicos de todos los miembros de la familia, las denuncias presentadas por ellos y contra ellos… No es nada excepcional, es lo que se hace en cualquier investigación por un hecho tan grave como la desaparición de Diana.

Todos y cada uno de los amigos de Diana han sido interrogados por los investigadores, que tienen claro el estado anímico en el que se hallaba la joven en el momento de su desaparición, y sus perfiles en redes sociales han sido exploradas por los expertos de la Guardia Civil. Nada ha quedado en sombra. Con toda esta información, la Guardia Civil ha orientado sus pesquisas.

Así funciona una investigación, pero en el caso de Diana Quer estamos asistiendo a un curioso fenómeno, que ha ocurrido otras veces. Las zonas de sombra que ha iluminado la Guardia Civil para tener la máxima información posible están siendo dadas a conocer por los medios de comunicación, a veces con la complicidad de los propios protagonistas. También, como en otros muchos casos, han aparecido en estas tres semanas que ya dura la investigación, amigos y amigas íntimas de Diana, de su madre, portavoces… Toda una recua que, sin malicia, intentan obtener sus minutos de gloria. Afortunadamente, todo ello queda en los arcenes de la investigación de la Guardia Civil, que se centra en los verdaderamente importante: dar con el paradero de Diana o detener a los responsables de su desaparición.

Y ahora, les propongo un ejercicio: imaginen que en su familia se produce un crimen, una desaparición, un secuestro… Imaginen cuántas zonas de sombra guardan en sus vidas e imaginen cómo las iluminaría el foco de la Guardia Civil. Ahora piensen en lo mal que se sentirían cuando las viesen difundidas a los cuatro vientos.