«Cuando el debate degenera en griterío las voces templadas son las primeras en dejar de escucharse: primero, porque las tapa el volumen de los que hablan a gritos; después, porque desisten; en el último caso, porque se silencian mediante el anatema y la censura». La frase está en el nuevo libro de Antonio Muñoz Molina, Todo lo que era sólido, una serie de reflexiones acerca de lo ocurrido en España durante los últimos años, todo lo que creíamos sólido y nos ha llevado a la situación que pasa en la actualidad el país. El libro desmenuza el despilfarro, la baja calidad moral y profesional de nuestros políticos, la complicidad del periodismo con muchos de ellos, pero también la responsabilidad personal de cada uno para llegar a este calamitoso estado.
La frase que encabeza este post creo que refleja a la perfección lo que sucede en este momento. Y me explico. En Más Vale Tarde, nuestro programa de La Sexta, nos ocupamos en la última semana de la polémica de los escraches. Dimos voz a González Pons, Iñaki Oiarzábal y a Cristina Cifuentes, tres de los protagonistas del debate. Y también hablamos con tres abogados de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y Stop Desahucios, incluso uno de ellos estuvo en el plató. Hicimos periodismo, ofreciendo las versiones de unos y otros para que el público contase con todos los puntos de vista y se formase una opinión. Pues bien, como dice Muñoz Molina, el debate ha degenerado en griterío. El mero hecho de dar voz a tres políticos del Partido Popular nos ha convertido –según el punto de vista de un buen puñado de espectadores– en cómplices de los bancos, amigos de los poderosos y hasta en terroristas.
No creo que sea justo. Ser periodista no es adoctrinar: es poner a disposición del espectador todos los puntos de vista para enriquecer el debate. Y bien saben los que nos tildan ahora de amigos de los poderosos, que si ha habido una cadena y un programa que ha dedicado espacio al drama de los desahucios ha sido La Sexta y Más Vale Tarde. Pero contra el griterío, poco puede hacerse. Nosotros seguiremos haciendo periodismo.