Esta semana publicamos en Interviú algunos detalles sobre la operación Galgo y, en concreto, sobre las acusaciones contra Marta Domínguez, la mejor atleta española de todos los tiempos. El procedimiento aún se encuentra en plena instrucción, así que es muy pronto para valorar la solidez de las pruebas que la Guardia Civil y –no lo olvidemos– la jueza de instrucción acumularon contra los presuntos implicados y, sobre todo, contra la campeona palentina, a la que se le leyeron los derechos y se le registró el domicilio.
De momento, lo que parece es que todo va a ser cuestión de interpretaciones. Si pendientes son sustancias prohibidas o son eso, pendientes, no ha quedado claro y no sé si se aclarará alguna vez. Igual que si las zapas son zapatillas de deporte o doping… Y no se aclarará porque en esta operación, a diferencia de en la operación Puerto o en la operación Grial, no se encontraron en poder de los principales objetivos –Marta Domínguez y su entrenador, César Pérez–. Así que todo será una cuestión de interpretación, algo insuficiente en el Derecho.