Insumisos a la clase de música

EL PAÍS
Leo este excelente reportaje de José María Irujo publicado en el cuadernillo de Domingo de El País. Irujo, uno de los mayores especialistas en integrismo islámico, da una nueva entrega de lo que está ocurriendo en Melilla, una ciudad que conoce bien y que es un perfecto termómetro de la deriva que están tomando las comunidades musulmanas de las ciudades españolas del norte de África.
Hace unos meses, el propio Irujo contaba como una niña se negaba a quitarse el burka para ir a clase –en el reportaje de hoy nos relata que no ha regresado al instituto– y ahora son dos niños los que se niegan a dar clase de música, «porque es mala para mi cabeza y mis pensamientos», según le dice un niño de 12 años al periodista. Él y su primo se han declarado insumisos y se niegan a dar clase de música. El padre de uno de ellos justifica la negativa del crío. Descrito por Irujo como un tipo caracterizado con las vestimentas y los rasgos del rigorismo salafista más absoluto, espeta sin rubor: «Usted ya ha visto que él no la quiere estudiar y yo no le voy a obligar a hacerlo. Que cambien la ley, que le den libertad de estudiarla o no».
El imán de la mezquita blanca del barrio de la Cañada de Hidum, el más infestado por el integrismo, donde viven los críos insumisos a la clase de música, justifica a los chavales: «Si escuchas música y te toca al corazón, no te llega la lectura del Corán. El islam dice que la música es pecado. Está escrito. La música es lo contrario del Corán y te guía por el mal camino”.
El reportaje de Irujo llama, una vez más, a la reflexión. A pensar en el camino por el que están transitando las comunidades musulmanas de dos –no lo olvidemos– ciudades españolas, en las que poco a poco van ganando terreno los barbudos, los puros, como ellos mismos se definen, los defensores de una versión del Islam absolutamente incompatible con los principios democráticos que imperan en Occidente y que rigen nuestra vidas. Esos barbudos, esos salafistas, quieren regresar a la Edad Media, quieren ver a las mujeres tapadas de la cabeza a los pies y quieren la sharia como único cuerpo legislativo. Pero el reportaje de Irujo también me plantea una duda: ¿Habrá tanta contundencia contra estos alumnos como la que hubo contra los que se negaron a estudiar educación para la ciudadanía?. Confío en que sí la haya y acabemos así con los espacios e impunidad. Para todos.

Publicado por

manuelmarlasca

Reportero. Se me ve por La Sexta y se me oye en Onda Cero.

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