‘The blind side’: una buena película, una gran historia

Anoche vi The blind side, la película con la que Sandra Bullock se alzó con el Oscar a la mejor actriz. Vaya por delante que, una vez más, habría que inhabilitar al encargado de ponerle título en español: Un sueño posible. The blind side hace referencia al lado ciego –por el que no ven venir a los defensores– de los quarterbacks de fútbol americano: el izquierdo en los jugadores diestros y el derecho en los zurdos. Es en ese lado donde los quarterbacks necesitan mayor protección, es decir, los mejores offensive tackles. Y uno de los mejores es Michael Oher, el OT de los Baltimore Ravens, protagonista de esta historia verdaderamente impresionante.
Siempre me ha fascinado la capacidad de Hollywood de beber de la realidad, de encontrar historias extraordinarias más o menos lejanas en el tiempo y hacer con ellas magníficas películas. The blind side es un ejemplo de lo que digo. Con el aliciente, además, de que se trata de una historia muy reciente. Los hechos que cuenta la película sucedieron hace apenas cuatro años y Oher está en la NFL desde 2009, cuando fue elegido por los Ravens en primera ronda.
La historia sólo será captada y entendida en su totalidad por los iniciados en vida y costumbres norteamericanas, no sólo para los amantes del fútbol americano, que a buen seguro incluirán la película en su lista de favoritas de la materia. Aquí, en España, y probablemente en Europa, nos puede parecer extraño y hasta grotesco que la verdadera protagonista y heroína de la película –el personaje encarnado por Sandra Bullock– sea una republicana de firmes convicciones cristianas y, para colmo, miembro de la Asociación Nacional del Rifle. Pero no es una caricatura, es un personaje real que se llama Leigh Anne Tuohy y que dio cobijo a un chaval de la calle, convertido gracias a ella, a su familia y a una voluntad de hierro, en estrella de la NFL. The blind side es una muy buena película, que será tildada de americanada por una buena parte del público español, que la considerará ñoña y autobombo del denostado american way of life. Para mí no es más que la prueba del buen cine que aún se hace en Hollywood, de los buenos actores que hay en Estados Unidos y de que, a veces, el sueño americano existe. La historia de Michael Oher, de la que os dejo un vídeo, es una buena prueba de ello.

Publicado por

manuelmarlasca

Reportero. Se me ve por La Sexta y se me oye en Onda Cero.

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