Al menos 72 personas han muerto hoy en dos atentados en Bagdad. Las explosiones tuvieron lugar en un mercado de aves y en otro de mascotas. Hace tiempo que me cabrea oír la palabra resitencia o insurgencia para referirse a los terroristas que actúan en Irak y que hacen imposible la paz tras la torpe, inoportuna y mal gestionada invasión norteamericana. Dos mercados de animales no parecen objetivos militares para esos supuestos insurgentes. Pero lo que ya provoca repugnancia es el modus operandi empleado por los criminales: dos mujeres deficientes mentales fueron las bombas humanas. Alguien accionó sus explosivos a distancia. Esos son los héroes a los que en España muchos –de verdad, muchos– jalean, ciegos de antiamericanismo y de paleoprogresismo.